martes, abril 06, 2010

¡Tú no me mereces!



¡Tú no me mereces!
¡tú no me mereces!
Repite constantemente mi subconsciente
mientras gastadas lágrimas
caen como tibia sangre por mi rostro
¿No es patético sentir que mi
grupo favorito me recuerda a ti
que cada insípida comedia romántica
me lleva a recordar tu actuar?

Grito en silencio ¡no me mereces!
pero dichos gritos desesperados y acongojados
no logran evitar el destello del recuerdo
de tus azules ojos al mirarme
no logra el frío de esta noche hacerme olvidar
el calor de tu piel

Han pasado mil noches o más
Otros labios he tomado…
en fuertes brazos mi cintura prisionera fue
Mientras, tú estas
en el lecho de un amor cegado por tus palabras
y yo solo consigo comprender
jamás otros labios besaran audaz ni voraz como tú
Ni que los más fuertes brazos
me harán sentir tan segura como los tuyos

Y aquí estoy
Mil noches o más llorando un amor que no fue
Gritando “tú no me mereces”
pues en el océano de tus pupilas
he de naufragar
y aunque mi voz solo dio luz a la verdad de mi alma
tus labios dardos de temor lanzaron,
mientras tus ojos hablaban por tu corazón
Y en ese océano azul de tus ojos
me hundí dejando a los dardos masacrar mi corazón

“tu no me mereces y no, yo no debo llorar”
Estas son mis últimas lágrimas
que gastadas y heladas
han cortado mi rostro
Tú me has olvidado y olvidado para mi desde hoy estas”



Conchita Figueroa
Stgo, abril 03 de 2010