miércoles, marzo 26, 2008

Mujeres y transantiago

Cometiendo la grave falta de generalizar debo expresar mi sentir.
Han de perdonarme las mujeres chilenas, sobre todo las santiaguinas que a ellas va mi reclamo pero alguien me puede explicar en que momento Transantiago MATO la poca educación y cultura de la mujer santiaguina...



Ok, a ver si entienden mi enfado, si bien es cierto TODOS sufrimos con el transantiago, y es materia de ETERNA DISCUCIÓN, pero estimadas congéneres que las motiva a empujar y atropellar a quien tengan al lado?! Creo que aquí me doy cuenta que muy feminista no soy, porque encuentro una atrocidad, un atropello a la feminidad y delicadeza que mujeres de todas las edades me empujen o empujen a quien tengan al frente por subir al metro o microbus (sea el caso; aunque yo lo he sufrido más en el metro estación Vicente Valdés).


Viejas (pues por la actitud que adoptan no son dignas de ser llamadas ni abuelitas ni señora mayor) Vieja tal por cual empujando a más jóvenes o más viejas o a hombres, o mamitas con guatita o guagua en brazos, te empujan lejos... para que hablar de las fuertes y jóvenes, hermosas y elegantes ejecutivas, el otro día me iba a sentar (si, aunque no lo crean había espacio y tiempo para ello) y una tipa elegantisima viene y me tira su maletín al asiento impidiéndome hacer uso de el solo para sentarse ella, siendo que los demás estaban desocupados y el vagón no estaba repleto, de hecho yo me senté al frente... y sus ojos me demostraron tanto odio y competencia llegue a creer estar frente a una perra en celo...


Ahora bien, si hemos de ser unas leonas luchadoras agresivas y no dejaremos que ningún “tipejo” nos ponga un pie encima, dejemos que sea en el ámbito laboral e intelectual, no en el momento en que todos colapsamos en el metro. Por favor... no perdamos la delicadeza, el tino o por útimo el respeto por el mismo género. Que por rotos, los varones basta, pues que de caballeros ni la armadura ni nada, ... Un amigo recordaba que en su juventud y niñez el obrero de la “contru” era ejemplo de caballerosidad y HOMBRIA (macho bruto pero macho) en el sentido de ser Hombre, que aunque viniera muerto de su desgastante trabajo, daba el asiento en la “micro”, que decir pues, ahora sobran los dormidos, peor los que se hacen los dormidos.


Pero la verdad, eso no me molesta tanto como el poco respeto entre las mujeres... de un hombre espero cualquier cosa, y cuando me topo con un caballero, pues no duden que éste se lleva de todas maneras mis eternos agradecimientos y un trocito de mi corazón (mis amigos obviamente están dentro de este tipo)


Pero... las mujeres de mi Santiago Querido, han perdido toda educación, todo respeto, todo valor, toda entrega y toda espera, todo sentido de ser “damas” como diría mi abuela, la delicadeza, esa que te comparaban con una flor, se les fue a los pies, por no decir al infierno mismo y más abajo. Cuando veo una abuelita te juro que si puedo le doy el asiento, pero si una de estas viejujas o peor cabras treintonas (es decir jóvenes) me empujan o me presionan sus bolsos debo hacer meditación trascendental para no caer en lo mismo y mandarlas a la misma....#@€@....


Me explico verdad?!?!?!

Sin más que un pequeño desahogo, y de todas formas pido disculpas por generalizar,

Conchita Figueroa.