domingo, noviembre 18, 2007

Y vivieron felices?!


Y vivieron felices y comieron perdices!!! Mil veces escuche historias mágicas de princesas y caballeros andantes. Pero... ¿cuánto tiempo es por siempre? Si mal no recuerdo Shirley Temple, decía que TODAS LAS CHICAS ERAN PRINCESAS, en una película del año de la cocoa, años en que todas las fotografías muestran a mujeres bellas y felices, peinados perfectos, maquillaje perfecto, sonrisas de mona lisa, pero...
¿Todas las princesas se convierten en brujas?


¿Y que paso con los caballeros andantes y príncipes azules? Se convierten todos en Homero Simpson.

¿Cuántas parejas conoces que "vivieron felices"? yo personalmente conozco varias, muchas que serían la envidia de cualquier princesa Disney ( por ende peco si generalizo)
Pero... y que paso con los demás??? Que hace que las mujeres seamos brujas controladoras, celosas de los amigos; y que hace que nuestros galanes sólo lleguen a sentarse frente a la TV para ser atendidos, pero buscan el calor en otros brazos fuera de casa...

Tal vez mi inexperiencia me hace divagar en busca de una respuesta, pero no soy la única que se cuestiona ¿qué sigue? Luego de ese coqueteo para luego dejarte caer en perfumadas frases en la intimidad, luego que se va el perfume y comparten mañas y costumbres, cuando las discusiones son materiales y si ya luego de compartir peleas vienen esas exquisitas reconciliaciones y el deseo de luchar juntos...

¿Qué sigue? Cuál es el siguiente paso, donde y que provoca ese quiebre, cual es el eslabón faltante para hacer ese "vivieron felices", y aunque lo mencione, no me refiero al final de cuentos de hadas, soy de la idea de que las reconciliaciones son lo mejor, soy partidaria de conocer las mañas defectos y virtudes, y ponerlas en la balanza, pero si tu discurso no apunta al matrimonio, ¿Qué es lo que sigue?

Que se busca, que buscamos?

Será tan triste y vacía mi generación, que se ha olvidado de soñar? Será que el príncipe azul se lo devoró el dragón y la princesa prefirió la magia de la bruja...

Simplemente hemos dejado que que nuestro caballero no tenga a quien protejer, por que con la magia aprendida podemos valernos solas.

Y yo... que soy mitad bruja-mitad soñadora que irá a predominar cuando contigo esté!

Conchita Figueroa, Stgo, nov. 18 de 2007